No, no soy Leo Dicaprio.
Pero ya he vuelto y he visto los sitios donde se rodaron algunas de las escenas de la pelicula.
Tailandia es un pais muy peculiar.
Le dicen el pais de la sonrisa y tienen razón. Todo el mundo sonrie de tal manera que parece que son felices. Desde el barrendero que limpia la calle, hasta el policia que regula el tráfico.
Bueno, os cuento como ha ido todo.
El viernes noche, como comenté, volamos a madrid para evitar que al dia siguiente hubiese niebla en el aeropuerto de asturias y nos impidiese tomar el avion a bangkok. Llegamos a madrid y nos hospedamos en el hotel auditorium, (enorme hotel). Al dia siguiente, el avion salia a las 11,20 de la mañana con lo que a las 8,30 ya estabamos en el aeropuerto para hacer el check-in. Primera pega: teniamos que viajar separados. Parece ser que muchas agencias de viajes habian reservado asientos directamente y que habia muchos grupos. Yo no se si nuestra agencia es que no se enteró o qué, como suele ser costumbre, las compañias aereas no reservan asientos hasta el momento que haces el check-in. El caso es que tuvimos que viajar separados hasta Roma (dos horas). En Roma se bajó mucha gente y de los que se subieron consegui convencer a uno para que me cambiara el sitio. Asi, el resto del viaje lo hice con ella pero separados solo por el pasillo.
Bueno, despues de casi 14 horas de vuelo, de ver "Embrujada" y "Polar Expres" en versión original sin subtitulos, y "Mr. y Ms. Smith" doblado al español, despues de dos comidas y un desayuno, llegamos a bangkok a las 7 de la mañana (hora de allá) del domingo 4.
Nos recogen en un volvo, nos llevan al hotel previsto, que resultó mucho mejor de lo esperado, deshacemos la maleta y nos echamos una siesta hasta la hora de comer, porque el cuerpo estaba machacado y el cambio horario se notaba. (allí son 6 horas mas que en españa).
Cuando nos levantamos decidimos dar una vuelta por los alrededores del hotel para situarnos y de paso acercarnos hasta la calle Silom, que es una de las mas comerciales y en donde se situan las travesias de Patpong (mercadillo nocturno bestial y discotecas de chicas y chicos con espectaculos sexuales, prostitucion y de todo).
La situación del hotel era excelente. A la orilla del rio, con embarcadero propio, la habitacion con vistas al mismo.(cómo nos gustaba ver amanecer en el rio desde la cama, tenia unos ventanales enormes).
Caminando, caminando, llegamos a patpong y alucinamos de lo que vimos. Aunque el dia 5 era el cumpleaños del rey y habia tres dias de fiesta, estaba todo abarrotado. Copias de camisetas, de polos de marca, las copias de relojes mas exactas que he visto nunca, bolsos de gucci o de louis vuitton perfectos, cinturones de calvin klein... de todo lo que puedas imaginar. compramos un par de polos de ralph lauren por 6 euros al cambio. Lo de regatear no lo llevo muy bien, pero acabas acostumbrandote.
Encontramos un sitio de masajes y nos decidimos a darnos uno de pies. Por 5 euros nos dejaron como nuevos.
Despues de eso nos fuimos caminando tambien hasta el hotel y cenamos en un chino alla cerca.
¡¡ 3 euros!!. Enseguida a la cama porque al dia siguiente nos recogian temprano para la primera excursion y en el fondo estabamos todavia hechos polvo del viaje.
El día 5 era el cumpleaños del rey por lo que en la capital estaba todo cerrado. La excursion nos llevó al mercado flotante y al Rose garden. Antes de llegar hicimos una parada en una fábrica de azucar de coco y en un jardin de orquideas. Estando alli haciendo fotos coincidimos con una pandilla de chicos y chicas de Mallorca muy simpaticos, que nos hicieron una foto a mi chica y a mí juntos. Comentamos un par de cosas y nos separamos, cada uno con su excursión.
El mercado flotante es algo que en su dia debia de ser muy típico y aunque hoy esta preparado de cara al turista, sigue teniendo su curiosidad.
Los agricultores de la zona se acercan hasta el mercado, con sus productos (bananas, piñas, papayas, aguacates, todo tipo de frutas y cosas) en barcas y desde alli mismo se venden y compran entre ellos. Para los turistas hay un par de mercados grandes, bajo techo, rodeados de canales donde se colocan los mercaderes ofreciendo sus cosas. Dimos un paseo por los canales que llaman la venecia del este y vimos hasta un lagarto gigante de unos 2,5 metros de largo que cruzó el agua por delante de nosotros. Fué muy interesante.
Luego nos llevaron al rose garden que son unos jardines patrocinados por la reina Sirikit que promocionan la cultura del pais. Es como un parque temático tailandés. Alli vimos los primeros elefantes y un espectaculo de danza y música que contaba un poco las costumbres del pais.
A mi me gustó. A mi chica le aburrió y casi se duerme.
Luego nos volvieron a llevar al hotel, nos cambiamos y a la calle otra vez.
Decidimos coger el autobus-barco que recorre el rio y acercarnos hasta Chinatown. Es un sitio muy especial. Todos los letreros del barrio estan en tailandes, chino e inglés. Las calles son muy estrechas y llenas de puestos de comida y de todo tipo de productos. Aquí fue donde vi por primera vez los famosos gusanos del bambú, los saltamontes, arañas y todo tipo de bichos preparados para comer. Sinceramente, no me atreví a probarlos. Daba un poco de repelús.
Luego volvimos al hotel, cenamos por los alrededores (también muy barato) y luego nos dimos otro masaje de pies en un sitio estupendo que nos gustó mucho y al que volvimos todos los días.
Para el dia siguiente yo escogi hacer una excursion a ayuthaya, la anterior capital de tailandia, cuando esta se llamaba siam, y que hoy es patrimonio de la humanidad.
De camino para allá visitamos el palacio de verano de Rama V. Es im-pre-sio-nan-te de lo bonito y de lo fuera de lugar que parece allí. Es un palacio construido en estilo francés, pero tiene unos pabellones chino y tailandes muy bonitos. Los jardines están muy bien cuidados y los puentes que sortean los canales son imitaciones de otros puentes famosos de Londres y de París.
Tiene hasta un faro, donde subia el rey a ver a los animales por la selva de los alrededores del palacio.
Por cierto el rey Rama V es el hijo del rey de la pelicula famosa "Ana y el Rey", "El rey y yo" o "Ana y el rey de Siam" en cualquiera de las tres sale, más o menos novelada, la historia de Rama IV, su padre.
Despues de visitar este palacio nos llevaron al templo del buda dormido. Era precioso y estaba en bastante buen estado. Luego nos llevaron a ver las ruinas de la antigua capital y la verdad, daba un poco de pena ver lo poco que se ha conservado. Pero merece la pena verlo porque uno se hace un poco la idea de lo que debio ser en su epoca.
A la hora de comer nos llevaron a un embarcadero y comimos en un crucero bajando por el rio chao praya hasta bangkok. Fue muy tranquilo y relajante y a lo largo de toda la orilla se veian templos dispersos estupendos.
En el barco volvimos a coincidir con los chicos de mallorca y estuvimos casi toda la travesia hablando y hablando.Quedamos para cenar todos juntos en nuestro hotel, en una cena buffet con espectaculo tailandes. Nuestro hotel tiene fama de tener un buen surtido de mariscos y pescados de muy buena calidad. Y la verdad, no nos decepciono a ninguno. Estuvimos juntos hablando casi hasta las dos de la mañana.Fue una velada de esas que te da pena que se acaben porque la compañía era de lo mas agradable. Al despedirnos quedamos en vernos al dia siguiente por la tarde para hacer las ultimas compras ya que nosotros nos ibamos al otro dia.
Ultimo dia en Bangkok, visita al palacio real y al buda esmeralda. Si la visita del dia anterior era impresionante, esto fue lo más de lo más.
Un palacio y nos templos, dorados con pan de oro, decorados con ceramicas de miles de colores. No parabamos de abrir la boca sorprendidos de lo bonito que era todo.
Después de las visitas nos dejaron, a peticion propia, en un centro comercial del centro que tenia fama de tener de todo. Realmente no lo pudimos averiguar porque en dos horas que estuvimos alli, no vimos ni la mitad del edificio. Era mastodóntico.
Por la tarde hicimos un recorrido en barca por los canales de la ciudad, viendo como vive la gente normal de alli. En casas de madera de teca, bastante pobres, pero eso si, con television y telefono.No se como explicar la sensacion de pobreza y de conformidad con lo que tienen que me produjo esa visita. Tienen poco y dan la sensacion de que, por sí mismos, no necesitan más.
En fin, fuimos por la tarde, a ultima hora, al mercadillo donde habiamos quedado con la pandilla de mallorca y despues de cenar todos juntos nos liamos a comprar y comprar.
Nos hemos traido unos relojes de cartier estupendos, polos, camisetas, cinturones, unos recuerdos para la familia, en fin, de todo.
Nos despedimos de los chicos y chicas de mallorca y quedamos en mantener el contacto por e-mail. Espero que dure, son muy majos todos y nos cayeron muy bien.
Vovimos al hotel a hacer la maleta para ir al dia siguiente a la isla.
Cuando llegamos la primera sorpresa fue que el aeropuerto parecia de juguete, el traslado desde el avion hasta la terminal lo hicimos en un trenecito electrico como los de las ferias. Un cachondeo. Pero lo mejor vino cuando en el traslado al hotel vemos que las carreteras, los prados, incluso algunas casas, estaban inundados. Le pregunte al chofer que nos llevaba y nos dijo que habia estado lloviendo tres dias seguidos en plan tormenta tropical y que, incluso el aeropuerto estuvo cerrado dos dias por las inundaciones. Increible.
En el hotel no parecia que hubiese pasado nada.Nos atendieron de una manera excelente, demasiado solicita y sumisa para mi gusto. Pero muy bien.
La isla no es gran cosa. Se recorre en un par de horas en coche. Tiene fama por los cocoteros y por los monos que se amaestran para arrancar los cocos. Hay un par de cascadas muy bonitas y tambien elefantes para pasear por la selva. Pero de lo que viven los indigenas es del turismo y de los mercadillos que montan en todas las calles a todas horas. Realmente no tienes nada que hacer salvo darte un baño en una maravillosa playa, ir de compras a los mercadillos, o bien darte un tratamiento en el spa.
El último dia nos dimos una sesion de masaje con aceites esenciales por todo el cuerpo en plan super relajante. Fue maravilloso, el entorno, la musica, los masajes... todo.
El viaje de regreso, al ser de noche, se hizo mas corto. Vinimos casi todo el rato durmiendo y como siempre, la compañia Thai se porto de maravilla con la gente ofreciendo todo tipo de bebidas cada poco y atentos a cualquier cosa.
Bueno, que siento el rollo que os estoy metiendo pero es que nos ha resultado un viaje de los que recordaremos siempre por lo bien que lo hemos pasado y la gente que hemos conocido.
En otro post contaré lo negativo, que, aunque poco, algo hubo.
Saludos a todos, prometo ponerme al dia pronto.