Cuando menos te lo esperas...

... se acaba todo de golpe.
El tio de mi mujer, al que han operado el lunes de la semana pasada, se ha muerto.
Todo fue muy bien. La operación salió perfecta. Le extirparon un pulmón y pudieron quitar todo el cancer que había. Por suerte estaba todo muy localizado y no demasiado extendido.
La recuperación iba muy bien. El miércoles estuvo viendo el partido de España. Esa madrugada se sintió mal.Le vieron los médicos rápidamente y le llevaron a la UVI.Le sedaron.Tubo un infarto, el corazón estaba tan débil, que no pudo aguantar más, hasta la noche del viernes.
Como ya era tarde, la esquela en el periódico no salió hasta el domingo, asi que tuvimos que velarle en el tanatorio todo el sábado.El domingo le incineramos. Y el lunes, después del funeral religioso, llevamos sus cenizas al faro de Santander donde el viento y el mar se encargaron de hacerle llegar a su destino último, donde quiera que esté.
Se había operado porque estaba muy molesto ya con su enfermedad. Le hacia mucha ilusión porque los médicos le dijeron que estaba todo muy bien para que todo saliera perfecto a la primera. Pero el corazón no lo pudo aguantar.Estaba cansado de toda una vida de trabajo y esfuerzo. De sacar adelante una familia navegando por el mundo peleando con tormentas y marejadas.La mente humana es increible. Aunque le habian dicho que todo iría bien, habia dejado preparado el traje para amortajarle, unas fotos para la esquela, unos días antes habia regalado a su nieto su colección de sellos. Se había estado preparando. Cuando el corazón falló, sabía que se iba a ir. Se dejó ir. Supo que era su momento.(al menos eso queremos pensar).
En su despedida estubo rodeado de todos sus amigos.Nosotros eramos la familia más alejada, físicamente, que tenía y procuramos arropar todo lo que pudimos a la viuda y a sus hijos.Ayudamos en lo que pudimos.
El momento más emotivo fue cuando dejamos las cenizas en el Faro.Fué muy simbólico ya que, como habia estado muchos años navegando, le devolvimos a lo que más le gustaba, el mar.Tenía su barca y salia a pescar siempre que podia.
Estoy triste. Todo me hizo recordar cuando yo perdí a mi padre. Pero estoy más triste por mi mujer que es la que había tenido más contacto con su tío. Yo, al fin y al cabo, le había conocido poco. Creo que nos habíamos visto en 4 ocasiones. Pero era de esas personas que, nada más presentártelas, parece que las conoces de siempre.Era muy sociable, alegre, dicharachero,decía mas tacos por minuto que nadie.En fín, que le cogias cariño enseguida.
Mención aparte merece toda la parafernalia de los funerales: funeraria, flores, tanatorio, ceremonia, cementerio, etc. (un circo con su payaso y todo -el cura-).Pero eso ya lo comentaré cuando esté todo más reposado.
Ahora solo quiero que a mi mujer se le pase el disgusto poco a poco.