lunes, septiembre 05, 2005

Historias mínimas


Relato, más o menos pormenorizado (más bien menos) del viaje a Amsterdam:
Tres días antes del viaje consultamos en internet las previsiones del tiempo, por aquello de saber lo que ibamos a meter en la maleta. Tras un verano de calor infernal, descubrimos que las previsiones para la zona de amsterdam son "nublado con chubascos" y temperaturas bajas.
¡Horror!, ya no nos caben en la maleta los zapatos de agua (por si la lluvia), la chaqueta de lana (por si el frio), el paraguas (menos mal que es plegable), los chubasqueros...
En fin! a redistribuir otra vez la maleta.
Nos ponemos en marcha.
Llamamos a una amiga taxista y ¡Cómo no! caen chuzos de punta.(habiamos oido lo de las inundaciones de centro europa y nos temíamos lo peor).
Por suerte no tuvimos que madrugar mucho (8 de la mañana) llegamos puntuales al aeropuerto, el avion hacia Madrid salió a su hora(Lástima que en asturias no tengamos aun variedad en vuelos baratos, siempre tenemos que pasar por madrid); tuvimos el tiempo justo de mirar algunas colonias y perfumes en el duty free (siempre aprovechamos para recargar en los aeropuertos, parece mentira lo caros que resultan los perfumes en las tiendas normales, al menos en las que nosotros usamos siempre hay bastante diferencia de precio)y rumbo a amsterdam.
El avión también salió y llegó puntual.
Nos habian dicho que el aeropuerto de amsterdam era uno de los mejores de europa y puedo corroborarlo. Todo perfectamente indicado y señalizado (eso si, todo en inglés, tuve que desempolvar lo aprendido en opening)* y todo muy bien organizado.
Despues de recoger la maleta fuimos a buscar el autobus que nos llevaria al hotel, ya que no ibamos con traslados, este, teníamos que hacerlo por nuestra cuenta.También me enteré que habia un autobus que iba parando por diferentes hoteles, a requerimiento de los clientes que hubiese. ¡Perfecto! ya en el departamento de recogida de equipajes un cartel bien grande nos informa de las diferentes maneras de acercarse a la ciudad, y entre ellas está el autobus que nosotros queríamos, indicando el anden, salida, precio aproximado, etc.
Vamos para allá y ya habia dos parejas haciendo cola. Por si la información que teniamos no era bastante, una señorita estaba en la parada e iba preguntando por los hoteles a los que ibamos y diciendonos el tiempo que tardaríamos, aproximadamente.
En tres cuartos de hora estábamos entrando en el hotel.(25 minutos de trayecto y el resto la espera por el autobus ya que realmente era microbus y se iba llenando por riguroso orden de llegada de pasajeros a la cola de espera).
El hotel, estupendo, en pleno centro de amsterdam, edifico antiguo, rehabilitado, habitación estrecha y larga pero cómoda, ¡bañera kilometrica! (es lo primero que miro siempre en los hoteles, por aquello de poder darnos un homenaje juntos en ella. en casa es im-po-si-ble).
A las cinco de la tarde ya salimos a pasear por los alrededores del hotel en busca de una oficina de informacion y turismo para comprar la tarjeta "amsterdam card"que nos daba derecho a entrar en un monton de museos sin hacer colas y gratis(bueno, se paga al comprar la tarjeta,claro) y a viajar en tranvia o autobus también gratis.(De todo esto me enteré via internet). La verdad es que es una tarjeta muy cómoda y sale todo un poco más barato que si vas directamente a los museos a sacar las entradas.
Yo soy un poco tiquismiquis con las "visitas culturales". No soy de los que van cronómetro en mano pero si me gusta planificar un poco las actividades. Así que, en la primera terracita que nos sentamos al sol, fui preparando lo del dia siguiente.(por cierto, no llovió nada en todos los días que estubimos allá, solo un dia después de cenar nos pilló un chaparrón al ir al hotel, pero durante el dia, nada.

El primer día de uso de la tarjeta fuimos al Rijksmuseum donde vimos cuadros de rembrandt y vermeer muy conocidos (la ronda nocturna, la lechera, la niña de la perla) pero lo que mas le llamó la atencion a mi "medio kiwi" fueron unas casitas de muñecas autenticas del siglo 18 que representaban las casas de aquella epoca, tal como eran.Como esto fué a primera hora y luego vimos el museo Van Gogh, que estaba al lado, le concedí ir de mercadillo al Albert Cuyp market.
Estuvimos... ni sé las horas... porque es largo el condenado. Se compró una chaqueta de lana (porque tenía frio) es cierto que bajaron las temperaturas, pero yo seguia con mi manga corta.
(pantalon corto no uso, gracias, no me queda bien, me hace "patas de alambre").Se compró, también una mochilita pequeña, por aquello de llevar la camara de video más cómoda, y también una camiseta para combinar con la chaqueta que se habia comprado.
Luego nos limitamos a pasear en dirección hacia el hotel mientras yo le daba "algunas nociones de historia y arquitectura amsterdamesa".
Así, más o menos, los cinco días que estuvimos. Mañanas culturales, tardes de compras y paseo, noches de cenas y alegrias pal cuerpo. Ella siempre dice que en las vacaciones me transformo en otra persona. Que estoy pensando siempre en "lo mismo" y que no puede conmigo.(pero siempre suele haber acuerdo,claro).
Bueno, que lo pasamos estupendamente, que nos pareció todo cariiiiiiiiiiisimo, que la gente de alli era muy muy amable y muy muy guapa.
Si quereis saber algo mas o si os puedo orientar en algun proximo viaje que hagais, ya sabeis donde estoy. Abierto a todo y a todos.

*Opening. Si, yo soy uno de los daminificados. Otro dia... Otro post...
Nota1: Siento no poder poner fotos, pero mis camaras no estan actualizadas y, aún, no son digitales.
Nota2: Dicen que es típico de amsterdam comer patatas con mayonesa en un cucurucho compradas en los puestos ambulantes. Mentira. Solo los turistas lo hacen. Los de allí, no.


Saludos a todos

1 comments:

At 9:38 p. m., Blogger Michi said...

Parece que lo pasasteis bien!!!Tienes razon, Europa esta imposible en cuanto a precois, vamos a tener que salir con el pan y el chopped en la mochila!! :)

 

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