Bricomanía

Este fin de semana he colaborado con mi cuñado en su finca y le he estado echando una mano con el bricolaje. Partiendo de la base que no me gustan nada los trabajos manuales de este tipo,(del otro tipo no me importa colaborar ni que colaboren) reconozco que los programas de tv son muy entretenidos, aunque hagan verdaderas monstruosidades de muebles y otras cosas y que yo, cuando me pongo, me pongo. Y me pringo como el que más.
En concreto ha tocado hacer una escalera de piedra en el acceso a la casa. Después de las consabidas mediciones y de escoger el tipo de piedras que tenían que ir puestas, nos pusimos manos a la obra. Hacer cemento, acarrear las piedras, colocarlas... no, esa no, que queda pequeña, aquella de allí (la más alejada, claro), etc.
Total, que entre el sábado y el domingo, de cinco peldaños que teníamos que hacer, solo hemos conseguido terminar tres.
Eso si, ha quedado digna de la mejor casa rural que hayais podido ver.
En fin, me direis que si no me gusta, por qué me pongo?... Pues porque el bueno de mi cuñado nos ha hecho una habitación para nosotros y claro, hay que corresponder. Ahora ha sido la escalera, otro día será segar la hierba, otro rematar una fachada, etc.
Pues eso, que no me gusta pero me jodo. Y encima quiero hacerlo mejor que él!.